PACTO
DE SAL
Mt 5:13 vosotros sois la sal de
la tierra: pero si la sal se desvaneciera, ¿con qué será salada? No sirve más
para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Introducción
La sal es el
condimento más antiguo usado por el hombre. Ya en el año 2700 a. C. en China se
usaba la sal para sazonar la comida. El libro de Job que fue escrito hace unos
3500 años hace una mención sobre la sal en el cáp 6:6.
El uso más
primitivo de la sal es la conservación de los alimentos, por lo cual en la
antigüedad se trataba de un producto muy apreciado. La presencia de sal en un
alimento puede generar un sabor muy agradable o desagradable según la cantidad
que se use para sazonarlo, si es poca cantidad se hace insípido, pierde gusto,
si es en exceso se hace difícil de consumirlo porque se vuelve amargo.
Los profetas del
A.T. habían sido la sal de la tierra de Canaan, pero los apóstoles eran la sal
de toda la tierra, porque debían ir por todo el mundo predicando el Evangelio Mr 16:15:”Y les dijo: Id por todo el
mundo y predicad el evangelio a toda criatura”; un puñado de sal había
de extender su sabor e influencia de una manera progresiva e irresistible.
EFECTOS DE LA SAL
1.
Purifica, la doctrina del Evangelio es como la sal:
penetra hasta llegar al corazón: Hch
2.37:”Al oir esto se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?”. Esto sucedió cuando Pedro
predicó el día de Pentecostés, y se convirtieron como tres mil personas, las
cuales fueron limpias de su pecado y purificadas por la preciosa sangre de
Jesucristo. Ezequiel 43:23-24:”cuando
acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la vacada sin defecto, y un carnero
sin tacha de la manada; y los ofrecerás delante de Jehová y los sacerdotes
echara sal sobre ellos y los ofrecerán en holocausto a Jehová”. Para
purificación y expiación, todos los sacrificios debían de ser sazonados con
sal. La gracia es la sal con que son sazonadas todas nuestras obras de piedad
(Col 4:6: sea vuestra palabra siempre con
gracia, sazonada con sal).
2.
Sazona, la sal no solo sazona las comidas: Job 6:6:”¿Se comerá lo desabrido sin
sal?¿Habrá gusto en la clara de huevo?; sino que sazona también las
ofrendas que se ofrecían a Dios: Lev
2:13:”Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte
jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás
sal”.
3.
Preservar de la corrupción, efecto sobre el cual se
hace mayor énfasis. Jesús pone de relieve el carácter del discípulo más bien
que sus obras. La sal y la luz operan en virtud de lo que son; por eso es
necesario que conserven su identidad más bien que su actividad.
B. Qué es un
pacto de sal?
1. Un pacto de sal es un pacto
perpetuo Num 18:19:”Todas las ofrendas
elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las
he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto
perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu
descendencia contigo”. El pacto de sal es el pacto que Dios establece
con su pueblo, por lo tanto es para siempre.
Al ser la sal
símbolo de la sabiduría Divina: Mr
9:49-50:”Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado
con sal. Buena es la sal; más si la sal se hace insípida, ¿con qué la
sazonaréis? Tened sal en vosotros mismo, y tened paz los unos con los otros”.
Col 4:6:”Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que
sepáis como debéis responder a cada uno”. Se entiende al Evangelio como
sal. Su efecto es semejante al del fuego, producto del cloro que lleva como
ingrediente (ClNa). Por eso debía emplearse en todo sacrificio (Lev 2:13).
De allí que todo
cristiano debe ser sal; pero en especial deben serlo los ministros; que deben
ser como la buena sal: blanca, pequeña, rota y desmenuzada en muchos granos,
muy útil y provechosa.
A.
Lo que cada díscipulo debe ser en sí mismo. Sazonado
con el Evangelio, con la sal de la gracia. “tened sal en vosotros mismo” (Mr
9:50); de lo contrario, no podéis difundirla entre otros.
B.
Con solo mantenerse como sal, harán bien a otros.
C.
¡Qué bendición tan grande son para el mundo! La
humanidad, que yacía en la ignorancia, en la maldad y en la corrupción, era un
enorme montón de msípida en proceso de putrefacción; pero Cristo envió a sus
discípulos para sazonarla con el conocimiento del Evangelio y preservarla de la
corrupción, haciéndola aceptable a Dios.
1.
Cómo deben usados. Deben ser esparcidos como sal en
la carne, un grano aquí y otro allí. Hay personas que piensan que al derramarse
la sal es mal presagio, pero un verdadero mal presagio, es que quién profesa la
fe de Cristo carezca de sal.
2.
Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué será salada? Los
comentaristas dan dos versiones, primero unos dicen que se trata de la capa
superficial de la sal de roca que ha perdido su salinidad por la acción del sol
y el agua; otros dicen que se trata de sal adulterada. Pero lo que el Señor
quería poner de relieve es que un discípulo que no obre como la sal, no es ni
ha sido jamás un verdadero seguidor de Cristo. Un pretendido creyente, y
especialmente un ministro del Señor se haya en esta triste condición, su radio
de acción pondrá de manifiesto lo deplorable de su estado, porque, quién habría
de ser sal para otro ¿con qué será salado? Su utilidad se ha desvanecido por
completo: no sirve ya para nada, sino pasar echada fuera y hollada por los
hombres. Cuando los generales romanos reducían por la fuerza la rebelión de una
ciudad o de una comarca solían esparcir sal en las tierras para hacerlas
improductivas. Esto es lo que hizo Abimelec con Siquem, como leemos en Jue
9:45, asoló la ciudad y la sembró de sal.
3.
Futilidad de sal. Luc 14:35-35:”Buena es la sal; más si la sal se hiciere insípida,
¿con qué se sazonará? Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan
fuera. El que tiene oídos para oír, oiga”. El Señor les pone en guardia
contra la apostasía, porque eso les tornaría totalmente inútiles, inservibles.
Los buenos creyentes (especialmente los buenos ministros del Señor) son la sal
dela tierra. La sal es buena y de gran uso. Los cristianos degenerados, que
desacreditan su profesión de fe antes que dejar las cosas del mundo que les
apartan de Cristo, son como la sal que se ha vuelto insípida, la cual es la
cosa más inútil del mundo pues no sirve para sazonar los alimentos y convierten
en estériles los campos; solo sirve para ser hollada; se ha quedado sin ninguna
cualidad buena y, además nunca puede recobrar su antiguo sabor: ¿con qué se
sazonará?.
4.
En qué sentido somos la sal de la tierra? Porque
hacemos lo mismo que la sal: conservar, guardar y preservar, cualidades
aplicadas a las verdades eternas. Implica también que un verdadero discípulo no
mancha su vida con inmoralidad o con fraudes, sino que se mantiene íntegro y
honesto.
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